Psicopedagogia

Equipo Psicopedagógico

Diversas cuestiones psicopedagógicas, inherentes al sujeto en situación de aprendizaje, nos remiten a este como un proceso de adquisición de conocimientos y experimentación de los mismos para obtener otros nuevos, en una relación entre las formas en las que aprendimos a caminar, a jugar, la adquisición de habilidades escolares, etc. y nuestra propia historia. Dicha relación se encuentra dada por el hecho de que ante los encuentros con el objeto de conocimiento y exigencias adaptativas hemos elaborado y modificado un modelo, un estilo de aprendizaje, que se forma con la relación con nuestro entorno, con nosotros mismos y con los Otros.

Debido a lo complejo de estos procesos el abordaje debe ser necesariamente interdisciplinario tomando a los sujetos (alumnos) con su historia, sus particularidades, su estructura, sus síntomas, como un sujeto desde el deseo de aprender.

La psicopedagogía procura localizar el sentido del síntoma en las estructuras subjetivas y la relación de esta en los entornos familiares, escolares y sociales.

El enfoque, el valor de la mirada y la importancia fundamental de la escucha no se dirige únicamente al síntoma, si no hacia su capacidad de articularse como obstáculo en el proceso de enseñanza-aprendizaje.

Parte de los objetivos del psicólogo, es intentar transformar esa situación de obstáculo en fuente de aprendizaje desplazando en el alumno su deseo y su capacidad de aprender. Se evalúan los signos y síntomas, interpretados en términos evolutivos y madurativos, intentando comprender la estructura psíquica del sujeto y el mundo que lo rodea.


De acuerdo a las tendencia actuales en las instituciones de educación, se considera que la planeación y operación de un psicopedagogo es clave para el efectivo desempeño y desarrollo de los procesos de enseñanza-aprendizaje, no sólo para conocer el perfil del alumno desde el punto de vista psicopedagógico, también para apoyar la verdadera vocación del mismo, orientar su futura vida profesional y, sobre todo, apoyar el seguimiento y evaluación curricular a través de las condiciones psicológicas, pedagógicas y de formación disciplinaria, de los estudiantes.

Para ello es indispensable contar con los recursos profesionales y técnicos necesarios a fin de obtener la información y sistematizar los datos referentes al alumno, al docente e incluso al trabajador administrativo, para una disposición rápida y confiable de información y contribuir así a la evaluación y seguimiento requerido.